Grupo joven


Las hermandades, cuyo principal tesoro somos nosotros los jóvenes, constituimos un claro ejemplo de Fe ante el siglo XXI.
Los jóvenes tenemos que tener muy claro que nuestras hermandades son FE, y que no existe dualidad alguna, por lo que hemos de entender tanto a la una como a la otra como un mismo lugar donde todos alzamos nuestras fuerzas para cantar la Palabra de Dios, para elevar los dogmas con los que defendemos y veneramos a María, y de esta forma fortalecer, cada vez más, esa fe que hoy, frente al egoísmo y la insolidaridad que nos invade, tiende a ser cada vez más frágil ante la debilidad del ser humano.
Tenemos que ver que en nuestras corporaciones hemos de venir a buscar el verdadero rostro de Dios, porque de lo contrario, no tendríamos nada claro el verdadero significado de la palabra Hermandad. No nos cerréis las puertas a la juventud, ponerlo todo más fácil, porque contamos con las herramientas precisas para ello, las herramientas del amor y de la entrega sin medida.
Aquí nos tienes, Señor, tus hijos más jóvenes, que con la luz de nuestros ciriales nos acerquemos más hasta tu divina presencia, por ello te pido que no permitas que se nos apague la luz de la fe, esa fe con la que gritamos al mundo entero que creemos en Ti, que sabemos que Tú moriste en la cruz para salvarnos y ayudar a tu pueblo. Que no veamos nunca el materialismo en nuestras hermandades, y que entendamos, por tanto, que limpiar plata, por ejemplo, no es más que una forma de convivir y de estar unidos en hermandad, esa hermandad que debe reunirse en tu Nombre no sólo en la eucaristía dominical, sino también  en la práctica de esa caridad que brota del corazón y no de realizar un mero cumplido. Que la juventud nos reunamos en tu Nombre.
Te pido, Señor, fuerza y valentía para todos nosotros, como se lo pediste a tus discípulos, y haz que sigamos el modelo de aquél que jamás se separó de Ti, San Juan Evangelista, nunca tuvo que esconderse, y al pie de la cruz estuvo en el Calvario consolando el dolor de María. Ayúdanos a entregarnos siempre al hermano, al que necesita nuestro auxilio y ni tan siquiera se atreve a pedirlo, al que se encuentre falto de cariño y comprensión. Danos, Señor, el soplo verdadero de la FE que hay en Ti…
Diputado de Juventud:
Álvaro Navas Córdoba